La cumbre BRICS en Río de Janeiro alcanzó un punto clave cuando el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva urgió una reforma profunda al FMI, destacando la necesidad de un sistema financiero global más equitativo que refleje el peso de mercados emergentes. Además, resaltó la capacidad del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) para fortalecer los sistemas de pago regionales, más rápidos, seguros y económicos.
Un llamado estratégico en nombre de la multilateralidad
Al calificar al mundo como preso del “colapso del multilateralismo”, Lula instó a reformar el IMF quota and governance para corregir su desbalance actual y reflejar mejor la contribución económica de naciones como Brasil, India y Sudáfrica . Esta postura forma parte de una presión concertada para que el FMI se modernice antes de su revisión en diciembre.

Nuevo Banco de Desarrollo: motor de integración financiera
La presidenta del NDB, Dilma Rousseff, reafirmó que la institución ha distribuido ya 40.000 M USD en 122 proyectos y desembolsado 22.000 M USD, con línea de trabajo en moneda local y nuevas garantías, creando fondos para asegurar inversiones. Lula subrayó que el NDB ya está facilitando el comercio, reduciendo costos transaccionales y sirviendo de alternativa al FMI y BM tradicionales.
Tambièn puedes leer: Omar Fernández, líder opositor en RD, enciende redes y mira a 2028: ¿nace un nuevo presidente joven?
Pagos rápidos y baratos: BRICS Pay al frente
En consonancia con el papel del NDB, el bloque promueve la expansión de BRICS Pay, un sistema de pagos entre monedas locales diseñado para reducir la dependencia del dólar y abaratar el comercio intra-BRICS. Lula destacó que “nuestro bloque trabaja con sistemas de pago más rápidos, baratos y seguros”, apuntando a una integración real en la dinámica del intercambio sur–sur.
Tensión interna y geopolítica global
La ampliación del bloque—agregando países como Arabia Saudita, Egipto e Irán—presenta desafíos de coordinación: ausencias notables como Xi Jinping y Vladimir Putin evidencian que la unidad frente al FMI coexiste con divisiones internas en temas como comercio, conflictos y derechos humanos.

Especialistas valoran la estrategia brasileña
Fernando Haddad, ministro de Hacienda de Brasil, defendió la necesidad de reformar el FMI, subrayando que el Norte Global está sobrerrepresentado y proponiendo impuestos a los superricos para financiar reformas y adaptación al cambio climático.
Economistas como Oliver Stuenkel (FGV, Brasil) afirman que estas propuestas “ponen sobre la mesa una arquitectura financiera global más justa”, aunque advierten que el éxito depende de lograr equilibrio entre democracias y autocracias.
Desafíos pendientes: implementación real y alcance global
Queda por definir cómo se integrarán las reformas al FMI y los instrumentos del NDB con el sistema existente. Otras potencias occidentales alertan sobre posibles sanciones o presión geoeconómica, mientras que países BRICS abogan por una arquitectura que incorpore de manera sólida monedas nacionales y garantías inversoras sin recurrir a moneda única.
¿Logrará el bloque BRICS transformar su impulso institucional en un contrapeso real al orden financiero actual, o se quedará en un gesto simbólico sin cambios estructurales profundos?

