La reciente publicación del diario estadounidense The Wall Street Journal ha suscitado una polémica significativa al acusar a Cuba de albergar una base militar china en su territorio. Luis René Fernández, un académico cubano, ha denunciado esta afirmación como propaganda infundada, destinada a deteriorar las relaciones entre China y Cuba. En una entrevista reciente con Xinhua, Fernández desmintió categóricamente la existencia de dicha base, calificándola como una mentira rotunda.
Raúl Menchaca López, periodista cubano colaborador de la Agencia China de Noticias Xinhua, publicó en el portal de esta agencia una entrevista titulada: «Académico denuncia falsedad de supuesta base militar china en Cuba». Menchaca, reconocido por su labor en diversas revistas y galardonado en festivales nacionales de la radio, abordó este polémico tema con Fernández, profesor del Centro de Investigaciones de Economía Internacional (CIEI) en La Habana. Fernández afirmó que el artículo de The Wall Street Journal, basado en una tesis del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de Estados Unidos, utiliza falsedades para justificar políticas hostiles hacia Cuba y China.
The Journal hace propaganda
El académico subrayó que esta propaganda no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia continua de Estados Unidos para desacreditar a Cuba. Fernández recordó otros episodios de desinformación, como los supuestos ataques sónicos contra diplomáticos en La Habana y la falsa fabricación de armas químicas en la isla, ambos desmentidos en su momento. Según él, Washington tiene una larga historia de difundir mentiras sobre Cuba con el objetivo de justificar sus intervenciones y mantener una imagen negativa del país caribeño.

Fernández también señaló que el CSIS, con sede en Washington, DC, tiene un interés particular en la evolución de China, país considerado por la Casa Blanca como su principal adversario global. Según el académico, la publicación de The Wall Street Journal forma parte de una campaña más amplia para justificar un aumento en los gastos militares y las sanciones contra Cuba y China. Esta propaganda, según Fernández, busca crear un clima de hostilidad que podría, eventualmente, llevar a cabo una intervención militar directa en Cuba.
Un propósito político
En el contexto de la campaña electoral en Estados Unidos, Fernández considera que estas acusaciones infundadas tienen un propósito político. Tras el reciente debate televisivo entre Joe Biden y Donald Trump, la administración actual busca reafirmar su postura dura hacia Cuba y China, utilizando publicaciones como la de The Wall Street Journal para alimentar la narrativa de amenaza extranjera. El académico cubano sostiene que esta estrategia está diseñada para manipular la opinión pública y crear un pretexto para futuras acciones contra Cuba.
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El Gobierno de Cuba reaccionó rápidamente para desmentir la acusación de The Wall Street Journal. Carlos Fernández de Cossío, vicepresidente de Relaciones Exteriores, calificó la publicación como propaganda, parte de una campaña de intimidación. En un mensaje en la red social X, el vicecanciller denunció que el diario, «sin citar fuente comprobable o mostrar evidencia, busca espantar al público con leyendas sobre bases militares chinas que no existen y nadie ha visto, incluida la embajada de Estados Unidos en Cuba». Esta respuesta oficial subraya la gravedad con la que Cuba percibe estas acusaciones y su determinación de desmentirlas públicamente.
Una acción reiterada
Luis René Fernández destacó que esta no es la primera vez que The Wall Street Journal publica información falsa sobre Cuba. Hace un año, el mismo diario afirmó que Cuba había acordado con China la instalación de una base de espionaje, una acusación que también fue desmentida por las autoridades cubanas. Fernández de Cossío, en esa ocasión, calificó la información como «totalmente mentirosa e infundada». Estas repetidas acusaciones reflejan, según Fernández, un patrón de desinformación y propaganda por parte de medios estadounidenses, dirigidos a crear una percepción negativa de Cuba en la opinión pública internacional.

El catedrático cubano argumenta que estas campañas de desinformación son parte de una estrategia más amplia de Estados Unidos para mantener su influencia en la región y contrarrestar la creciente presencia de China. Según Fernández, Estados Unidos ve a China como su principal competidor global y está dispuesto a utilizar cualquier medio, incluida la propaganda, para limitar su influencia. Cuba, debido a su estrecha relación con China, se convierte así en un objetivo natural para estas campañas de desinformación.
Justifican intervención militar
En su entrevista con Xinhua, Fernández expresó su preocupación por las implicaciones de estas acusaciones. «La idea es crear condiciones para, en algún momento, realizar una intervención militar directa en Cuba», advirtió. Esta afirmación subraya el peligro que representa la propaganda para la estabilidad de la región y la soberanía de Cuba. Fernández insistió en que la comunidad internacional debe estar alerta ante estas tácticas y no dejarse influenciar por informaciones sin fundamento.
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La entrevista de Raúl Menchaca con Luis René Fernández ofrece una perspectiva crítica sobre el papel de los medios de comunicación en la política internacional. La denuncia del académico cubano resalta la necesidad de un periodismo responsable y veraz, que no se preste a la propaganda ni a la manipulación de la opinión pública. En un mundo cada vez más interconectado, la veracidad de la información es crucial para mantener relaciones internacionales basadas en el respeto y la cooperación mutua.
Las acusaciones de The Wall Street Journal sobre la existencia de una base militar china en Cuba han sido desmentidas categóricamente por Luis René Fernández, quien las califica como parte de una campaña de propaganda destinada a deteriorar las relaciones entre China y Cuba. Esta situación resalta la importancia de la veracidad en el periodismo y la necesidad de resistir la manipulación de la información con fines políticos. La comunidad internacional debe estar vigilante y rechazar cualquier intento de desinformación que busque justificar políticas hostiles o intervenciones injustificadas.