La agencia de noticias Xinhua, la más influyente en China y la mayor del mundo en cuanto a presencia global, lanzó recientemente un análisis de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, resaltando un panorama caótico y divisivo. En el contexto de una de las contiendas más polarizadas de la historia, Xinhua presentó un inquietante diagnóstico de la situación política y social en Estados Unidos, que, según la agencia, “se ha convertido en un país desunido”. Con cada giro de la campaña, desde el uso de inmigrantes como herramienta política hasta el inédito proceso penal contra un expresidente, la agencia describe un país que enfrenta tensiones internas sin precedentes, donde el miedo a la inestabilidad y la violencia parece eclipsar la esperanza de unidad.
El material publicado por Xinhua, titulado «Perspectivas del mundo: La carrera presidencial estadounidense arroja una serie de ‘sorpresas’ caóticas antes del día de las elecciones«, fue escrito por un equipo editorial de Xinhua, conformado por periodistas de larga trayectoria en análisis político internacional para la agencia china. En su artículo, Xinhua establece que la división en la política estadounidense ha alcanzado niveles alarmantes, destacando cómo mes a mes los partidos demócrata y republicano han intensificado sus maniobras para polarizar a la población. Esta fragmentación social no es solo una percepción popular, sino un hecho tangible: la Asociación Americana de Psicología revela que la contienda electoral de 2024 ha sido una fuente de ansiedad generalizada para los ciudadanos, quienes temen que los resultados puedan desencadenar conflictos violentos y, en el peor de los casos, llevado al “fin de la democracia estadounidense”.
EE.UU. convertido en un país desunido
En enero, Xinhua subraya cómo la «crisis fronteriza» se intensificó al punto de enfrentar a las autoridades federales y estatales en un conflicto casi armado en Texas, cuando el gobierno estatal implementó barreras y alambres de púas para bloquear el paso de inmigrantes. Este hecho expuso, en opinión de Xinhua, una fragmentación profunda, en la que Estados Unidos parece haberse convertido en un país desunido, ya que los partidos manipulan el tema migratorio para obtener beneficios partidistas, trasladando a inmigrantes indocumentados de un estado a otro y exacerbando las tensiones en lugar de buscar soluciones.

Febrero no fue menos polémico, cuando el expresidente Donald Trump, desafiando las expectativas de un comportamiento tradicional para su posición, decidió lanzar su propia línea de zapatillas deportivas en un evento en Filadelfia. A pesar de enfrentar una multa millonaria en Nueva York por exagerar su patrimonio, la atención pública se centró en el “vendedor de zapatillas”, un hecho que Xinhua interpretó como un reflejo del desdén y la indiferencia hacia la ética política en el país. En lugar de cuestionar la transparencia en las acciones de sus líderes, la ciudadanía estadounidense se ve atraída por el espectáculo mediático, dejando de lado la responsabilidad de la clase política, mientras que el país se convierte en un terreno de divisiones profundas.
Desgaste institucional en USA
Para marzo, la renuncia de Ken Buck, un congresista republicano que llevaba más de nueve años en el Congreso, fue otro indicador de lo que Xinhua califica como “desgaste institucional”. En declaraciones públicas, Buck afirmó que la atmósfera en el Congreso era “tóxica” y que el constante enfrentamiento partidista había transformado el lugar en una “fábrica de conflictos” más que en un espacio de trabajo al servicio del pueblo. La agencia china interpreta este suceso como una muestra palpable de que Estados Unidos se ha convertido en un país desunido, en el que la democracia se encuentra en un estado de parálisis, atrapada en el juego de poder entre dos bandos irreconciliables que parecen más interesados en defender sus intereses que en construir una nación unida.
Tambièn puedes leer: MAGA es un eufemismo para instalar una autocracia en los Estados Unidos
En abril, el estreno de la película “Civil War” reavivó los temores sobre una posible guerra civil en Estados Unidos, reflejando una narrativa que, aunque ficticia, encarna las preocupaciones de muchos ciudadanos que temen que las divisiones actuales puedan desembocar en una nueva fractura nacional. La revista Atlantic comentó que la trama de la película resuena inquietantemente con el contexto actual, donde Estados Unidos parece haberse convertido en un país desunido. La película enfatiza un estado de tensión tan real que parece más una advertencia que una obra de ficción, alertando sobre el posible desenlace de la polarización política en una nación que, para Xinhua, se encuentra al borde del colapso.
Nación en la que “cazan brujas”
En mayo, la condena de Trump por ocultar un pago a una actriz de cine para adultos volvió a situarse a Estados Unidos en un escenario de confrontación pública. El juicio marcó un precedente histórico al ser la primera vez que un expresidente estadounidense enfrenta cargos penales, lo que generó una respuesta polarizada entre los ciudadanos. Trump calificó el caso como una “cacería de brujas”, mientras que sus seguidores interpretaron el juicio como una estrategia política. Este proceso ha intensificado las tensiones, y en palabras de los analistas de Xinhua, el país se ha convertido en un país desunido, donde la justicia parece haber sido reemplazada por venganzas partidistas.
Junio trajo consigo el proceso penal contra Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, lo cual añadió un nuevo elemento de tensión. Hunter fue condenado por posesión de armas, lo que exacerbó el enfrentamiento entre demócratas y republicanos. Las reacciones fueron previsibles: los republicanos lo vieron como una confirmación de la corrupción familiar de los Biden, mientras que los demócratas denunciaron la persecución contra sus líderes. La politización del sistema judicial ha llegado a un punto en el que, según CNN, el sistema de justicia es visto como una extensión de la campaña electoral. Así, Xinhua señala que Estados Unidos, en lugar de encaminarse hacia la paz, se ha convertido en un país desunido, donde el sistema judicial se usa como arma de combate político.

Nación de magnicidios
El intento de asesinato contra Trump en julio durante un acto de campaña en Pensilvania, donde recibió un disparo en la oreja, añadió una nota alarmante al desarrollo de la contienda electoral. La violencia política está alcanzando niveles preocupantes, y el presidente de Eurasia Group, Ian Bremmer, advirtió que Estados Unidos se encuentra en un momento de alto riesgo. En un país que ya se ha convertido en un país desunido, eventos como estos no solo representan una amenaza para los candidatos, sino también para la estabilidad social.
La renuncia del presidente Biden en agosto y la asunción de Kamala Harris como candidata demócrata intensificaron el conflicto, con cada bando acusando al otro de poner en peligro la democracia. Mientras Trump afirmaba que Harris no tenía legitimidad para competir, Harris insistía en que la presidencia de Trump conduciría a la “anarquía”. Así, el conflicto se ha convertido en un reflejo de un país fracturado, donde las diferencias políticas se perciben como amenazas existenciales.
Tambièn puedes leer: The Wall Street Journal: Trump se rodea de estafadores y provocadores que lo adulan
Polarización subida de tono
En septiembre, el primer debate entre Harris y Trump mostró una feroz confrontación, en la que ambos candidatos dedicaron gran parte de su tiempo a atacarse mutuamente en lugar de proponer soluciones. A medida que avanzaba el debate, la audiencia observaba un país que se ha convertido en un país desunido, en el que la capacidad para dialogar ha sido reemplazada por la hostilidad. Xinhua concluye que el nivel de polarización en Estados Unidos es tal que la reconciliación parece más difícil que nunca.
Finalmente, en octubre, las cifras récord de donaciones de multimillonarios para cada candidato reflejan un sistema político donde el dinero domina las decisiones. Xinhua observa que, en una sociedad donde los intereses económicos pesan más que los ideales democráticos, la política se ha transformado en un escenario donde los recursos financieros marcan el rumbo de la nación. Así, mientras el gasto electoral alcanza niveles históricos, los ciudadanos observan con desconfianza un proceso que, más que unir al país, evidencia su fractura.