BRICS+ se labra un camino propio que hace aflorar las incoherencias del bloque occidental

Han pasado poco más de nueve meses desde la histórica cumbre del BRICS en Sudáfrica, un evento que marcó la extensión del bloque y el nacimiento del BRICS+. Este nuevo conglomerado de naciones está en proceso de construcción, enfrentando múltiples desafíos, pero su importancia como representante del mundo multipolar frente a las instituciones internacionales dominadas por Occidente es innegable. En medio de un escenario global volátil, BRICS+ está forjando su propio camino, revelando las inconsistencias y debilidades de los enfoques occidentales.

María Fe Celi Reyna, una analista política peruana residente en China desde 2018 y candidata a doctora en Historia global por la Universidad de Shanghái, escribió recientemente para Rusia Today sobre el fortalecimiento del BRICS+ y la decadencia de la influencia estadounidense. En su artículo titulado «El reciente fortalecimiento del BRICS+ y la debacle de la influencia de EE.UU.», Reyna explora cómo el bloque extendido está ganando relevancia y cómo sus acciones están poniendo en evidencia las incoherencias del bloque occidental.

El mundo multipolar es BRICS+

El BRICS+, una organización aún joven, genera más preguntas que respuestas. No obstante, lo que está claro es que, a largo plazo, se posicionará como una alternativa a las instituciones internacionales occidentales. Este octubre será crucial, ya que se celebrará la primera reunión de mandatarios del bloque extendido. Entre tanto, se han llevado a cabo constantes reuniones ministeriales, eventos culturales y encuentros con representantes de la juventud, fortaleciendo la cohesión interna del grupo. Sin embargo, eventos geopolíticos recientes también han jugado un papel significativo en el fortalecimiento del BRICS+.

BRICS+
El pasado 13 de mayo, India firmó un acuerdo de diez años con Irán para el desarrollo del puerto de Chabahar, un proyecto que conectará Irán, India y Afganistán, y se integrará en el Corredor de Transporte Internacional Norte-Sur (INSTC). Ilustración MidJourney

El pasado 13 de mayo, India firmó un acuerdo de diez años con Irán para el desarrollo del puerto de Chabahar, un proyecto que conectará Irán, India y Afganistán, y se integrará en el Corredor de Transporte Internacional Norte-Sur (INSTC). A pesar de las amenazas de sanciones por parte de EE.UU., India defendió firmemente el acuerdo. Subrahmanyam Jaishankar, el ministro indio de Asuntos Exteriores, declaró que el puerto beneficiará a toda la región y criticó la «visión estrecha» de EE.UU. Esta postura muestra cómo India, aunque a veces ambigua en sus relaciones con Occidente, está dispuesta a defender sus intereses estratégicos y fortalecer sus lazos dentro del BRICS+.

China y Rusia

Entre el 16 y 17 de mayo, el presidente ruso Vladímir Putin visitó China, consolidando la relación estratégica entre ambos países. Esta visita, que siguió a la reelección de Putin, marcó un hito en la cooperación bilateral y sentó las bases para una «comunidad con futuro compartido». El simbólico abrazo entre Putin y Xi Jinping al final de su reunión fue una clara señal de la profundización de su alianza, una respuesta a los intentos occidentales de dividir a ambos países. Este gesto reflejó no solo la amistad personal entre los líderes, sino también un compromiso estratégico duradero.

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La alianza entre China y Rusia es un pilar fundamental del BRICS+ y su consolidación representa un desafío directo a la hegemonía estadounidense. La cooperación en áreas políticas, económicas y culturales está diseñada para ser resiliente ante cambios de liderazgo, asegurando que la relación se mantenga fuerte independientemente de las presiones externas.

Irán es un actor resiliente

La reciente tragedia en Irán, con la muerte del presidente Ebrahim Raisi y el ministro de Relaciones Exteriores Hossein Amirabdollahian, ha generado incertidumbre sobre el futuro político del país. No obstante, la rápida respuesta del ayatolá Alí Hoseiní Jameneí, asegurando la continuidad del Estado y de la política exterior, subraya la estabilidad institucional de Irán. Este país, clave en el BRICS+, ha demostrado ser un actor resiliente, capaz de mantener sus alianzas estratégicas a pesar de los desafíos internos y externos.

La política exterior iraní, marcada por la diversificación de socios y el acercamiento al Este, ha permitido al país eludir sanciones y crecer económicamente. Durante el mandato de Raisi, Irán firmó un acuerdo de cooperación económica con China por 25 años y logró importantes avances diplomáticos, como su ingreso en la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y en el BRICS, además de la reanudación de relaciones diplomáticas con Arabia Saudita, mediada por China.

BRICS+
La visita anunciada del príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, a Teherán es otro indicio de los cambios profundos en la región. Esta visita, impensable hace unos años, subraya el nuevo entorno geopolítico en el que las alianzas tradicionales están siendo reevaluadas y reconfiguradas. Ilustración MidJourney.

Estos desarrollos, aparentemente aislados, son indicativos del fortalecimiento del BRICS+ y la erosión de la influencia estadounidense. India, al defender su acuerdo con Irán, y la estrecha alianza entre China y Rusia, evidencian un cambio significativo en la geopolítica global. La unión de estos países bajo el paraguas del BRICS+ está desafiando directamente el orden establecido por Occidente.

Pérdida de influencia global

El BRICS+ no solo está construyendo nuevas infraestructuras y fortaleciendo relaciones bilaterales, sino que también está creando un nuevo paradigma en las relaciones internacionales. La multipolaridad que promueve este bloque ofrece una alternativa viable y atractiva a los modelos dominados por Occidente. La reacción de Estados Unidos y sus aliados a estos movimientos refleja la creciente preocupación por la pérdida de su influencia global.

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El contexto actual sugiere que el proceso hacia la multipolaridad es irreversible. Los principales países del BRICS+ han demostrado no solo unidad, sino también una firme intención de proteger y avanzar en la construcción de un mundo multipolar, más allá de las personalidades y los gobiernos individuales. Las recientes condolencias y promesas de cooperación continua con Irán por parte de China y Rusia, tras la muerte de sus líderes, son una muestra clara de este compromiso.

Mohamed bin Salmán en Teherán

La visita anunciada del príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, a Teherán es otro indicio de los cambios profundos en la región. Esta visita, impensable hace unos años, subraya el nuevo entorno geopolítico en el que las alianzas tradicionales están siendo reevaluadas y reconfiguradas. La reanudación de relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudita, mediada por China, es un testimonio del poder de la diplomacia del BRICS+.

El BRICS+ se está consolidando como una fuerza emergente en el escenario internacional, desafiando la hegemonía occidental y promoviendo un mundo multipolar. La fortaleza del bloque reside en su diversidad y en la capacidad de sus miembros para cooperar y defender sus intereses comunes frente a las presiones externas. El camino hacia un nuevo orden mundial no será fácil, pero el BRICS+ ha demostrado que tiene la voluntad y los recursos para forjar su propio destino.

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