Brasil: El equilibrio de las cuentas públicas es importante para reducir la inflación

En Brasil, el desafío de mantener el equilibrio de las cuentas públicas se ha convertido en una prioridad crítica para la gestión económica, especialmente en el contexto de controlar y reducir la inflación. El Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central (BC) de Brasil, en su última reunión, reiteró enfáticamente la importancia de adherirse a una política fiscal responsable como piedra angular para estabilizar la economía y frenar las crecientes tasas de inflación. Esta afirmación no solo resalta la interconexión entre la política fiscal y monetaria, sino que también pone de manifiesto la complejidad del panorama económico en el que Brasil se encuentra actualmente inmerso. 

El BC ha expresado su preocupación por las expectativas de inflación, que actualmente superan la meta establecida. Esta situación ha impactado directamente las decisiones sobre la tasa de interés básica, conocida como Selic. La percepción del BC es que, para reducir estas expectativas inflacionarias, es esencial fortalecer la credibilidad y reputación de las instituciones públicas, así como de los marcos fiscal y monetario que definen la política económica del país. Según el acta de la reunión del Copom, “la importancia de implementar los objetivos fiscales ya establecidos para anclar las expectativas de inflación y, en consecuencia, para la conducción de la política monetaria” es crucial. Este enfoque resalta cómo las políticas fiscales y monetarias de Brasil están intrínsecamente ligadas y cómo una no puede funcionar eficazmente sin la otra. 

Brasil y la disciplina fiscal 

El comité también advirtió sobre los riesgos asociados con el debilitamiento de los esfuerzos en reformas estructurales y disciplina fiscal. Un aumento en el crédito dirigido a objetivos específicos y las incertidumbres en torno a la estabilización de la deuda pública podrían aumentar la tasa de interés neutral de la economía. Esta tasa, que se define como aquella que ni estimula ni desalienta la economía, es crucial para mantener el nivel de actividad económica, promover el pleno empleo y mantener la inflación en la meta. Si la tasa de interés neutral aumenta, también lo hace la Selic, lo que podría tener implicaciones negativas en la efectividad de la política monetaria y, por ende, en el costo de la desinflación en términos de actividad económica. 

Brasil
Según el acta de la reunión del Copom, “la importancia de implementar los objetivos fiscales ya establecidos para anclar las expectativas de inflación y, en consecuencia, para la conducción de la política monetaria” es crucial. Ilustración MidJourney

El Banco Central de Brasil ha enfocado sus esfuerzos en ajustar la tasa Selic para manejar la demanda y controlar la inflación. En un intento por contener la demanda acalorada y frenar la inflación, el BC podría aumentar la tasa de interés básica por encima de la tasa neutral. Por otro lado, para estimular la producción y el consumo, el Copom podría reducir la Selic. En un escenario ideal, donde la economía es estable y la inflación se mantiene en el objetivo, la Selic tiende a acercarse a la tasa neutral. Sin embargo, el desafío se presenta cuando las expectativas de inflación y otras variables económicas llevan a una Selic más alta de lo ideal. 

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Tasa Selic al 11,75% anual 

Recientemente, el Copom tomó la decisión de reducir la tasa Selic del 12,25% anual al 11,75% anual, marcando la cuarta reducción en el semestre. Este movimiento refleja un esfuerzo por parte del Banco Central para adaptarse a las cambiantes condiciones económicas y combatir la inflación. A pesar de estas medidas, el informe del BC destaca que no hay una relación mecánica entre estos factores y la política monetaria. Factores como la dinámica fiscal o el escenario externo pueden alterar las expectativas del mercado, influyendo así en las decisiones sobre las tasas de interés. 

Brasil ha experimentado avances significativos en la desinflación, pero según el acta del Copom, aún queda un largo camino por recorrer para anclar las expectativas y devolver la inflación a la meta. Esto requiere un enfoque sereno y moderado en la conducción de la política monetaria. La Selic, como herramienta principal del BC para alcanzar la meta de inflación definida por el Consejo Monetario Nacional (CMN), juega un papel crucial en este proceso. Sin embargo, el BC no ha precisado cuándo cesará la reducción de la Selic, indicando que esto dependerá del comportamiento de la inflación en el primer semestre de 2024. 

Política monetaria contractiva 

El acta del comité también subraya la necesidad de mantener una política monetaria contractiva hasta que el proceso de desinflación no solo se consolide, sino que también se anclen las expectativas en torno a los objetivos. Para el BC, esta decisión está alineada con la estrategia de convergencia de la inflación hacia la meta para 2024 y 2025. El objetivo definido por el Consejo Monetario Nacional para estos años es del 3%, con un intervalo de tolerancia de 1,5 puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo. 

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Brasil enfrenta un escenario económico complejo, donde el equilibrio de las cuentas públicas y una política fiscal y monetaria responsable son fundamentales para reducir la inflación y mantener la estabilidad económica. Ilustración MidJourney

En este contexto, los datos actuales sobre inflación y actividad económica en Brasil presentan un panorama mixto. Por un lado, el aumento de los precios de los alimentos ha presionado la inflación. El Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) se situó en 0,28% en noviembre, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), un aumento respecto al 0,24% de septiembre. La inflación acumulada en el año alcanzó el 4,04%, y en los últimos 12 meses, el índice es del 4,68%. 

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Evidencia de desaceleración económica 

En cuanto a la actividad económica de Brasil, el Copom evaluó un conjunto de indicadores que señalan una desaceleración económica. El Producto Interior Bruto (PIB) del tercer trimestre confirmó una moderación del crecimiento, pero con una notable resiliencia en el consumo de los hogares. El mercado laboral sigue fuerte, aunque muestra cierta moderación. El crecimiento de la economía brasileña en el tercer trimestre fue del 0,1% respecto al segundo trimestre de 2023, según el IBGE, con un aumento acumulado entre enero y septiembre del 3,2%. 

El consumo familiar ha mostrado resiliencia, posiblemente relacionada con un aumento del ingreso bruto debido a la expansión del mercado laboral y beneficios sociales. Sin embargo, la formación bruta de capital fijo, más sensible a las condiciones financieras, sigue cayendo. Esto podría provocar, a mediano plazo, un exceso de demanda en relación a la oferta, con potenciales impactos en los precios. 

Concesión de crédito se ralentiza 

Finalmente, el Copom observa una mayor desaceleración en la concesión de crédito a las empresas, aunque ya se percibe la transmisión del ciclo de política monetaria esperado por el mercado, con una reducción de los tipos de interés básicos a los tipos actuales de nuevas concesiones crediticias. Esto ha llevado a un mayor dinamismo en el mercado de capitales recientemente. 

Brasil enfrenta un escenario económico complejo, donde el equilibrio de las cuentas públicas y una política fiscal y monetaria responsable son fundamentales para reducir la inflación y mantener la estabilidad económica. El BC, con su enfoque en ajustar la tasa Selic y otras medidas monetarias, busca navegar este entorno desafiante, buscando alcanzar las metas de inflación y promover un crecimiento económico sostenible. 

 

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