Un adiós ideológico y meditado
El 22 de julio de 2025, la administración de Donald Trump notificó formalmente a la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, su decisión de retirarse efectivamente el 31 de diciembre de 2026.
La decisión, ya anticipada tras una revisión de la membresía ordenada en febrero de 2025, marca la tercera salida del país desde 1945.
Claves del argumento oficial: “America First” vs. “agenda globalista”
La Casa Blanca acusa a la UNESCO de promover políticas “divisivas” y “desalineadas con valores estadounidenses”, como la adhesión de Palestina en 2011 y un renovado enfoque en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, enfatizó que la aceptación de Palestina como Estado miembro es “altamente problemática” y fomenta el “lenguaje anti‑Israel” .
Se interpreta que las prioridades culturales, sociales y ecológicas de la UNESCO compiten con la visión nacionalista y soberanista marcada por la doctrina America First, subrayada por la portavoz Anna Kelly.

Consecuencias diplomáticas y culturales
Aunque Estados Unidos seguirá en la UNESCO hasta finales de 2026, su influencia y aporte presupuestario (antes ~8 %) se reducirá gradualmente.
El impacto podría limitar la participación de investigadores estadounidenses en iniciativas globales (educación, tecnología, patrimonio), pero la UNESCO confía en afrontar el retiro gracias a la diversificación de su financiamiento.
La UNESCO, a través de Azoulay, calificó la decisión como “lamentable” pero esperada, y resaltó logros recientes como la reconstrucción de Mosul, los estándares en ética de IA y la educación sobre el Holocausto.
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Voces relevantes
Audrey Azoulay (UNESCO): “Deeply regret… contradicts principles of multilateralism… have prepared for it… US share only 8 %”.
Tammy Bruce (Estado – EE.UU.): Argumentó una postura de defensa nacional, con énfasis en el rechazo a “retórica anti‑Israel” y una agenda cultural “woke y divisiva”.
Gideon Sa’ar (Ministro de Exteriores de Israel): Apoyó la decisión como “paso necesario… para promover justicia y trato justo a Israel en el sistema de la ONU”.
Emmanuel Macron (Francia): Recalcó el “apoyo inquebrantable a la UNESCO”, condenando la salida como cortoplacista.
Contexto histórico y geopolítico
EE.UU. se había retirado anteriormente en 1984 (Reagan) y 2017 (Trump I), para luego reingresar en 2003 y 2023 (Biden).
La salida se enmarca en una estrategia más amplia de reducción del multilateralismo, similar a la salida de la OMS y el Consejo de Derechos Humanos.
Esta tendencia podría dejar espacio geopolítico para potencias como China, mientras Europa afirma liderar la recuperación del compromiso internacional.

La retirada de EE.UU. de la UNESCO no es un acto impulsivo, sino una decisión estratégica con claras consecuencias ideológicas y diplomáticas. La interrogante es si europea y globalmente se compensará la salida estadounidense fortaleciendo los vínculos globales o si, por el contrario, esto marcará el ascenso de modelos culturales distanciados de la influencia occidental.