Desde Mérida, el presidente Nicolás Maduro lanzó la Gran Misión Madre Tierra Venezuela, convocando a los 5.338 circuitos comunales y 49.000 consejos comunales a activar y perfeccionar los siete vértices del programa ecosocialista ante la emergencia climática que afecta al país, especialmente en la región andina.
Siete vértices para reordenar la vida y el entorno
La misión pivota sobre siete ejes de acción:
Comités de ecosocialismo en los circuitos comunales.
Sembrar Vida: viveros y reforestación.
Territorio para la Vida: estudios de cuencas y gestión del suelo.
Clima para la Vida: observatorios y restauración Forestal.
Fauna para la Vida: protección de especies y agricultura regenerativa.
Saneamiento para la Vida: manejo de residuos y descontaminación.
Producción para la Vida: impulso a una cadena productiva ecosocialista.
Cada uno de estos vértices se desarrollará mediante una articulación entre gobiernos locales, universidades, científicos y comunidades, de aquí a diciembre de 2025.

Ciencia, tecnología y alerta temprana: nuevas herramientas comunitarias
El ministro de Ecosocialismo, Ricardo Molina, y la vicepresidenta científica Gabriela Jiménez, han enfatizado la creación de sistemas de alerta temprana, monitoreo constante y capacidad local para adaptarse a fenómenos extremos. Esta estrategia busca que cada comuna se convierta en un núcleo resiliente frente a eventos climáticos inesperados.
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Congreso global ecosocialista y coherencia ideológica
Maduro también anunció la realización de un “Congreso Mundial en defensa de la Madre Tierra” en diciembre de 2025. El evento conmemorará el bicentenario del decreto bolivariano de Chuquisaca y reunirá voces académicas y científicas que legislen una alternativa frente al capitalismo depredador global.
Retos ambientales y riesgos de implementación
Venezuela ha sufrido fuertes lluvias e inundaciones recientes en los Andes, lo que evidencia la urgencia del plan. Sin embargo, expertos independientes advierten que programas previos han quedado en el papel por falta de financiamiento estructural, seguimiento técnico y transparencia. Sin datos precisos y continuidad real, la misión corre el riesgo de convertirse solo en un símbolo político.

Ecosocialismo y soberanía ambiental: entre ideales y realidad
La misión encarna un discurso heredado de Chávez y Bolívar sobre una “soberanía ecológica” y una economía compatibilizada con el ambiente. Pero el país enfrenta limitaciones: escasez, sanciones, crisis económica y debilidad institucional. La clave será si la propuesta incluye presupuesto real, un cronograma claro y mecanismos efectivos de participación comunitaria.
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¿Será la Gran Misión Madre Tierra un modelo de resistencia climática y transformación comunitaria o se disolverá en discursos sin anclaje técnico y sin continuidad real en el terreno?