El 23 de enero de 2019, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció oficialmente a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, respaldando su liderazgo frente al gobierno de Nicolás Maduro.
Recientemente, el 10 de enero de 2025, Nicolás Maduro asumió nuevamente la presidencia de Venezuela, mientras que en Estados Unidos, Donald Trump inició su segundo mandato el 20 de enero de 2025. La relación entre ambos países es incierta debido a la política de «máxima presión» de Trump durante su primer mandato, que reconoció a Juan Guaidó como presidente legítimo.
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Aunque el presidente anterior adoptó una postura más flexible, permitiendo algunas negociaciones con Maduro, la situación en Venezuela no mejoró, y continúan las sanciones. Edmundo González, reconocido por el presidente anterior como presidente electo, podría no ser reconocido por Trump debido al desinterés previo de Trump en Venezuela.

Reavivar la presión podría ser la estrategia inicial de Trump, aunque el experto Phil Gunson sugiere que otra política más pragmática podría surgir con el tiempo. El futuro de Venezuela está marcado por la incertidumbre política y económica, así como por el constante flujo migratorio.
En resumen, la situación actual refleja la complejidad de las relaciones internacionales y la influencia de las decisiones políticas en la estabilidad de las naciones.