La capacidad de Estados Unidos para desarrollar una buena política para las criptomonedas sigue siendo un tema de debate entre expertos y líderes de la industria. Mientras que algunos ven un gran potencial en el país como epicentro del mercado de activos digitales, otros expresan serias dudas sobre su capacidad para implementar regulaciones efectivas y favorables. Estas inquietudes han sido especialmente alimentadas por el escrutinio intenso que caracteriza al marco regulatorio actual y las declaraciones de figuras influyentes del sector, quienes aseguran que la falta de claridad y flexibilidad pone en jaque las oportunidades que podrían convertir a Estados Unidos en un líder global en este ámbito.
Ben Strack, periodista senior especializado en temas de fondos macro y criptográficos, abordó este dilema en un artículo titulado: “Según una encuesta, las grandes oportunidades que ofrecen las criptomonedas en Estados Unidos no son seguras”, publicado en el portal Blockworks. Con un sólido trasfondo en el análisis de la integración de activos digitales y DeFi en las finanzas tradicionales, Strack basó su pieza en los resultados de una encuesta reciente realizada durante la conferencia CfC St. Moritz 2025, un evento que reunió a 230 líderes de la industria, entre ellos directivos de Binance, Ripeo, BlackRock y Fidelity. Strack destacó que, aunque el 61% de los encuestados considera que las mayores oportunidades para el mercado de criptomonedas se encuentran en Estados Unidos, el país ocupa el último lugar en la lista de jurisdicciones favorables debido a sus complejas regulaciones.
Reto: Hacer una buena política para las criptomonedas
En el contexto de esta encuesta, surge un patrón claro de optimismo moderado. Si bien los líderes de la industria reconocen las posibilidades de expansión en Estados Unidos, las barreras regulatorias son vistas como un obstáculo importante. La frase alude a una «buena política para las criptomonedas» no solo refleja un deseo colectivo de un marco normativo sólido, sino que también subraya la necesidad urgente de políticas que fomenten la innovación sin sofocar el crecimiento de la industria. Entre las oportunidades más mencionadas se encuentran las relacionadas con fintech, pagos y tecnología comercial, áreas que podrían posicionar a Estados Unidos a la vanguardia, siempre y cuando se logren superar los desafíos actuales.

En este sentido, el ex presidente de la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos (CFTC), J. Christopher Giancarlo, hizo una declaración contundente: “Una cosa es terminar con una mala política, pero otra cosa completamente distinta es crear una buena política”. Este comentario resume el dilema que enfrenta la nueva administración estadounidense. A pesar de que existe un reconocimiento generalizado de que el contexto macroeconómico mundial es favorable para el crecimiento de la industria, con el 76% de los encuestados compartiendo esta percepción, el entorno regulatorio de Estados Unidos sigue siendo motivo de preocupación.
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Estudios de diversos escenarios
El informe también destaca cómo las dinámicas entre los actores institucionales y minoristas están configurando el futuro del mercado de criptomonedas. Aproximadamente un tercio de los encuestados cree que las instituciones de finanzas tradicionales (TradFi) se apoderarán del espacio criptográfico, mientras que otro tercio anticipa una división equitativa entre minoristas y TradFi. Sin embargo, esta proyección optimista contrasta con la percepción de que el escrutinio regulatorio no muestra señales de disminución. De hecho, alrededor del 70% de los participantes opinan que los riesgos regulatorios son tan intensos como antes, o incluso podrían aumentar en el futuro cercano. De allí que la clave para la tranquilidad, es que el sector observe el desarrollo de una buena política para las criptomonedas.
La popularidad de los fondos cotizados en bolsa (ETF) relacionados con criptomonedas en Estados Unidos es otro factor que alimenta el optimismo. El 57% de los encuestados espera que las principales criptomonedas puedan contar con este tipo de envoltorios en un futuro próximo, un desarrollo que podría estimular la adopción masiva de estos activos. No obstante, como señala un encuestado anónimo, la verdadera clave del éxito estadounidense podría estar en su capacidad para retener a los promotores inmobiliarios y otros actores clave de la industria, quienes actualmente están considerando trasladarse a jurisdicciones con regulaciones más claras y favorables.
Equilibrio entre el control y el incentivo
Esta percepción de incertidumbre no es un problema menor. Las criptomonedas representan no solo una innovación tecnológica, sino también un motor potencial de transformación económica. Sin una buena política para las criptomonedas, Estados Unidos corre el riesgo de quedar rezagado frente a otras regiones como los Emiratos Árabes Unidos, Singapur y Suiza, que lideran en términos de regulación favorables. Para que Estados Unidos se convierta en un líder en el sector, será crucial que las autoridades encuentren un equilibrio entre el control necesario y el incentivo a la innovación.

La necesidad de claridad regulatoria también afecta la percepción de los inversores y empresarios que buscan oportunidades en el mercado estadounidense. La tokenización, las stablecoins y otras innovaciones en el espacio fintech tienen un gran potencial de crecimiento, pero requieren un marco normativo que les permita prosperar. Sin embargo, este marco no puede ser unilaterales ni excesivamente restrictivos; debe ser adaptable a las cambiantes necesidades del mercado y las realidades tecnológicas.
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En conclusión, el futuro de las criptomonedas en Estados Unidos depende de la capacidad del país para diseñar políticas que no solo aborden los riesgos inherentes a la industria, sino que también fomentan su desarrollo. La frase aspiracional por una “buena política para las criptomonedas” resuena como un llamado a la acción para los legisladores y reguladores estadounidenses, quienes deben reconocer que la inacción o la mala gestión podrían costarles una posición de liderazgo en la economía digital global. Mientras tanto, el debate sigue abierto, y la industria espera con cautela los próximos movimientos de la administración y las instituciones regulatorias.