Bruegel: Trump podría usar el estilo ruso para contagiar a Europa y acabar con la “unión”

El contagio político no es un concepto nuevo en la política internacional, pero las dimensiones que puede alcanzar con el regreso de Donald Trump al poder generar preocupaciones profundas entre los analistas europeos. Según Heather Grabbe y Jean Pisani Ferry, investigadores destacados del think tank europeo Bruegel, el trumpismo podría ser un catalizador de un fenómeno que describe como «contagiar a Europa«. Este término adquiere una connotación alarmante cuando se vincula con estrategias que incluyen la manipulación electoral, el debilitamiento de las instituciones y la erosión de los valores democráticos, los cuales son pilares esenciales de la Unión Europea.

Heather Grabbe y Jean Pisani Ferry, expertos con una sólida trayectoria en política y economía europea, escribieron un artículo titulado: «Contagio político en Europa: ¿puede la Unión Europea sobrevivir al trumpismo, publicado recientemente en el portal de Bruegel. Grabbe, una politóloga reconocida por sus investigaciones sobre la economía política del Pacto Verde Europeo y la transición climática, ha trabajado en instituciones clave como el Instituto Universitario Europeo y Chatham House, además de haber asesorado a la Comisión Europea. Pisani Ferry, por su parte, es un economista de renombre que ha ocupado roles estratégicos en el gobierno francés y ha contribuido significativamente a debates sobre política económica europea en medios como Le Monde y Project Syndicate. Ambos coinciden en que Trump representa una amenaza multifacética para la estabilidad de Europa, particularmente si logra «contagiar a Europa» con su estilo político disruptivo.

Trump podría contagiar a Europa

El concepto de «contagiar a Europa» se articula en el artículo a través de varios canales. Uno de los más inquietantes es la interferencia directa en los procesos democráticos, una estrategia que emula el estilo ruso. Grabbe y Pisani Ferry señalan que figuras aliadas de Trump, como Elon Musk, están utilizando redes sociales para influir en las elecciones europeas. Este enfoque supera las tácticas tradicionales de reuniones y discursos de líderes de extrema derecha, como se supervisan durante la primera administración Trump. Ahora, las plataformas digitales se convierten en armas políticas capaces de generar agitación masiva, especialmente en un contexto donde la polarización ya amenaza la cohesión de la UE.

Según Heather Grabbe y Jean Pisani Ferry, investigadores destacados del think tank europeo Bruegel, el trumpismo podría ser un catalizador de un fenómeno que describe como «contagiar a Europa». Ilustración MidJourney

Otra de las estrategias que Trump podría adoptar para «contagiar a Europa» implica alterar las normas internacionales. Las declaraciones del expresidente estadounidense sobre la toma de Groenlandia o el Canal de Panamá no solo desafiaban principios fundamentales como la integridad territorial y la resolución pacífica de conflictos, sino que también envían un mensaje claro: las reglas que antes garantizaban el equilibrio global ya no se aplican. Este cambio en el papel de Estados Unidos, de garantía de las normas internacionales a agente disruptivo, pone en jaque a la Unión Europea, una entidad cuya identidad se basa en el respeto al Estado de derecho.

Instituciones globales debilitadas

El debilitamiento de las instituciones globales es otro aspecto crítico del análisis de Grabbe y Pisani Ferry. La retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París y la imposición de aranceles comerciales durante la administración Trump son ejemplos de un enfoque que prioriza intereses nacionales a expensas del multilateralismo. Este patrón podría intensificarse en una segunda administración Trump, dejando a Europa aislada en su lucha por mantener un comercio basado en reglas y una acción climática efectiva. Los líderes europeos enfrentan el desafío de contrarrestar esta narrativa sin ceder a la presión de adaptarse a las nuevas normas impuestas desde Washington.

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Grabbe y Pisani Ferry también advierten sobre el impacto que el trumpismo podría tener en la ética empresarial y la gobernanza corporativa. Bajo esta influencia, poderosas corporaciones estadounidenses han comenzado a nombrar a aliados de Trump en sus juntas directivas, lo que refuerza la percepción de que el Estado de derecho es negociable. Esta tendencia, combinada con una aplicación laxa de las regulaciones empresariales, fomenta un entorno de incertidumbre y corrupción que puede socavar los valores democráticos en Europa. Si esta dinámica logra «contagiar a Europa», los países miembros de la UE podrían enfrentar un debilitamiento significativo de sus propias instituciones.

Para muestra está Viktor Orbán

El ejemplo de Hungría bajo el liderazgo de Viktor Orbán es una muestra preocupante de cómo el trumpismo puede manifestarse en el continente europeo. La erosión del Estado de derecho, el uso del veto para bloquear acuerdos y los tratos bilaterales con Rusia y China han socavado la unidad de la UE. Orbán ha demostrado que es posible beneficiarse de las leyes e instituciones europeas mientras se socavan sus principios fundamentales. Si otros líderes europeos adoptan tácticas similares, el resultado podría ser una parálisis en la toma de decisiones y, eventualmente, el colapso del sistema de gobernanza de la UE.

La respuesta de la Unión Europea a estas amenazas debe ser firme y estratégica. Grabbe y Pisani Ferry sugieren aumentar el gasto en defensa como una medida para mantener el compromiso estadounidense con la seguridad europea, incluso bajo un liderazgo como el de Trump. Además, propone la formación de coaliciones intergubernamentales que incluyan a países no pertenecientes a la UE, como el Reino Unido y Noruega, para contrarrestar la influencia de los «mini-Trump» europeos. Estas acciones podrían prevenir que contagiar a Europa sea tarea fácil y la propagación de un modelo político que pone en riesgo la cooperación y el cumplimiento de acuerdos internacionales.

“Contagiar a Europa» adquiere una connotación alarmante cuando se vincula con estrategias que incluyen la manipulación electoral, el debilitamiento de las instituciones y la erosión de los valores democráticos, los cuales son pilares esenciales de la Unión Europea. Ilustración MidJourney.

Los valores europeos primero

La defensa del Estado de derecho se presenta como el pilar más importante para evitar que el trumpismo logre «contagiar a Europa». La UE debe reforzar sus mecanismos de cumplimiento y garantizar que sus miembros respetan las leyes y valores que sustentan la integración europea. Como señalan los autores, la cooperación sincera y el buen comportamiento de los gobiernos son esenciales para la supervivencia de la comunidad europea. Ignorar el incumplimiento podría ser fatal para la Unión, una advertencia que resuena con urgencia en un momento de crisis global.

Finalmente, los líderes europeos deben establecer expectativas claras para contrarrestar los ataques de Trump a la democracia y las normas internacionales. El sector privado también tiene un papel crucial que desempeñar, alineándose con políticas que refuercen el Estado de derecho y rechacen prácticas empresariales que promueven la corrupción. En este contexto, la resistencia al «contagio político» no solo es una cuestión de supervivencia para la UE, sino también un imperativo moral que definirá el futuro del continente.

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Con estos desafíos en mente, el mensaje de Grabbe y Pisani Ferry es claro: Europa debe actuar con determinación para evitar que el trumpismo logre «contagiar a Europa» y ponga en peligro décadas de integración y progreso. El precio de la inacción es demasiado alto, y el tiempo para responder es ahora.

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