Cohesia cree que Venezuela tiene muchos desafíos para soportar la defensa de su democracia

Venezuela tiene muchos desafíos para mantener y fortalecer la estructura de su democracia en un contexto marcado por tensiones internas y presiones internacionales. Esta es la percepción compartida por Filip Ristic, historiador, analista político y codirector del Centro de Cooperación e Intercambio Internacional Cohesia. Durante una conversación con TeleSur, Ristic expuso sus impresiones tras participar como observador en las últimas elecciones presidenciales y presentó su más reciente obra: Venezuela: la democracia que es. Su perspectiva, respaldada por una estancia de dos meses en el país, desafía narrativas predominantes sobre el sistema político venezolano.

Filip Ristic, de origen francés y doctorado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, aporta una visión única gracias a su experiencia en el terreno y sus investigaciones sobre América Latina. En su artículo titulado: “Venezuela forma parte del futuro de la humanidad”, publicado por TeleSur, destaca las singularidades del sistema electoral venezolano y su capacidad para resistir presiones externas. Según Ristic, la narrativa occidental sobre Venezuela ha sido manipulada en diversos niveles, omitiendo detalles fundamentales sobre la independencia y robustez del Consejo Nacional Electoral (CNE) y su sistema de voto electrónico, ampliamente reconocido por su capacidad para impedir fraudes.

Venezuela tiene muchos desafíos

Venezuela tiene muchos desafíos no solo en el ámbito político, sino también en el plano social, económico y geopolítico. Desde 2002, el país ha enfrentado intentos de golpe de Estado, sanciones internacionales y una intensa guerra mediática que ha erosionado su imagen global. A pesar de esto, Ristic argumenta que las elecciones presidenciales más recientes evidenciaron un compromiso sólido con los principios democráticos. Observadores internacionales y delegaciones de organizaciones sociales coincidieron en que el proceso fue transparente, a pesar de los esfuerzos de actores externos para deslegitimarlo. Para Ristic, la capacidad del sistema electoral venezolano de responder ante estos desafíos lo convierte en un ejemplo digno de estudio y defensa.

Venezuela tiene muchos desafíos no solo en el ámbito político, sino también en el plano social, económico y geopolítico. Desde 2002, el país ha enfrentado intentos de golpe de Estado, sanciones internacionales y una intensa guerra mediática que ha erosionado su imagen global. Ilustración MidJourney

Una de las principales críticas al sistema democrático venezolano proviene de la percepción de falta de división de poderes, algo que Ristic considera erróneo y fruto de un doble rasero aplicado por medios internacionales. En su análisis, señala que el CNE, a diferencia de organismos electorales de países como Francia o España, goza de una autonomía constitucional que lo posiciona por encima de muchas democracias consideradas “modelos” en Occidente. “En Venezuela hay democracia. Por cierto, no es la misma que vivimos en Europa o en América del Norte. No sé si los venezolanos lo saben, pero en países como Francia o España por ejemplo, es el Ministerio del Interior quien organiza las elecciones. Es decir, es el mismo poder ejecutivo que da el resultado de cada escrutinio”. Para Cohesia, la labor del CNE en garantizar elecciones libres y justas es un pilar esencial para la democracia venezolana, a pesar de las campañas de desinformación que buscan desestabilizar al país.

Retorno a las actas electorales

Venezuela tiene muchos desafíos relacionados con la percepción de su realidad política en el extranjero. El caso de las famosas “actas de las elecciones” es un ejemplo paradigmático. Según explica Ristic, la desinformación sobre la supuesta negativa del presidente Nicolás Maduro a publicar las actas fue una maniobra política y mediática que careció de fundamentos sólidos. En realidad, las leyes venezolanas permiten auditar y verificar los resultados a través del CNE y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). A pesar de esto, la narrativa manipulada logró instalarse en una parte significativa de la opinión pública internacional, perpetuando la desconfianza hacia el sistema electoral del país.

Tambièn puedes leer: Carteles en Latinoamérica se infiltran en los Estados y no tienen embajadas para dialogar

Ristic escribió que “parece que con Venezuela se puede inventar cualquier historia, y desgraciadamente son pocos los que verifican estás informaciones sobre todo afuera del país. Puesto que ni en Venezuela, ni en Estados Unidos, ni aún menos en Francia, se publican las “actas” de los escrutinios. Lo que sí se publica, son los resultados mesa por mesa de votación. En el caso de las elecciones del pasado 28 de julio, hubo un ciberataque (comprobado y reivindicado) que hizo caer hasta el día de hoy a la página web del CNE, donde se publican normalmente los resultados detallados. Las famosas actas nunca se han publicado. Por ley, por supuesto que se pueden reclamar y auditar ante el CNE o el Tribunal Supremo de Justicia. En fin, ¡como en cualquier democracia!

“Cuando el candidato ganador, el presidente Maduro, se fue al TSJ para interponer un recurso de amparo, con el fin de aclarar todas las dudas sobre las elecciones y sus actas, el único candidato que presentó sus actas para auditarlas fue el mismo candidato Maduro. También el CNE presentó las suyas. Todos los candidatos que tenían testigos en los centros de votación estaban invitados a presentar las suyas para compararlas y comprobarlas. ¿Porque el candidato vencido de la oposición se llevó las supuestas actas que tiene en el extranjero, cuando por ley son el CNE y el TSJ los únicos órganos habilitados para verificar la veracidad de tales documentos? Creer en el cuento de las actas es muy poco serio. He profundizado sobre el tema, en el libro para demostrar, mentira por mentira, argumento por argumento, como el tema de las actas ha sido y sigue siendo una gran manipulación a pesar de que es tan fácil darse cuenta de está”.

Militarización de la capital

La seguridad en las calles de Caracas durante la reciente investidura de Nicolás Maduro para el período 2025-2031 también ha sido objeto de controversia. Ristic sostiene que la presencia de dispositivos policiales y militares no debe interpretarse como represión, sino como una medida preventiva ante un contexto político y social altamente polarizado. Desde su perspectiva, los múltiples intentos de desestabilización sufridos por Venezuela justifican estas acciones. Sin embargo, el doble rasero mediático vuelve a aparecer: mientras los disturbios en países como Francia son tratados como problemas internos, cualquier medida de seguridad en Venezuela es inmediatamente calificada como autoritaria.

Venezuela tiene muchos desafíos para consolidar un modelo democrático participativo y protagónico que inspire a otros países. Los esfuerzos por desarrollar el poder comunal y experimentar con formas de democracia directa representan un camino poco explorado en otras partes del mundo. Según Ristic, la próxima reforma constitucional podría ser un paso crucial para profundizar este modelo y ampliar la participación ciudadana en la toma de decisiones. Estas iniciativas, aunque enfrentan obstáculos internos y externos, reflejan un compromiso con la transformación social que Cohesia considera única en el panorama global.

Venezuela tiene muchos desafíos relacionados con la percepción de su realidad política en el extranjero. El caso de las famosas “actas de las elecciones” es un ejemplo paradigmático. Según explica Ristic, la desinformación sobre la supuesta negativa del presidente Nicolás Maduro a publicar las actas fue una maniobra política y mediática que careció de fundamentos sólidos. Ilustración MidJourney.

Venezuela cuenta con naciones amigas

Otro aspecto que destaca Filip Ristic en su análisis es la capacidad de Venezuela para resistir la presión internacional y preservar su soberanía. En sus palabras, “el verdadero primer mundo” es aquel que se opone a las hegemonías y favorece un orden multipolar donde prevalezca el respeto mutuo entre naciones. En este sentido, Venezuela ha asumido un papel protagonista, no solo defendiendo su modelo democrático, sino también estableciendo alianzas estratégicas con países que comparten su visión de un mundo más equitativo.

La narrativa mediática que rodea a Venezuela refleja un complejo entramado de intereses políticos y económicos. A pesar de los esfuerzos por desacreditar al gobierno venezolano, Ristic considera que el país sigue avanzando en la construcción de un proyecto político autónomo. Sin embargo, advierte que la comunidad internacional debe prestar mayor atención al contexto histórico y social del país antes de emitir juicios simplistas. Según Cohesia, el desconocimiento de estas dinámicas alimenta la polarización y dificulta el entendimiento entre las partes.

Tambièn puedes  leer: El deseo de Trump: Misiles estadounidenses impactarían contra laboratorios de fentanilo ubicados en México

Venezuela tiene muchos desafíos por delante, pero también posee herramientas únicas para enfrentarlos. Desde la robustez de su sistema electoral hasta su capacidad para innovar en modelos de participación ciudadana, el país ofrece lecciones valiosas para otras democracias en crisis. Filip Ristic concluye que el mundo debe mirar a Venezuela no como una anomalía, sino como un laboratorio político donde se experimentan nuevas formas de convivencia y gobernanza.

Related articles

- Publicidad -spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí