Las exportaciones de petróleo a EE.UU. se han convertido en un indicador clave de la relevancia de Venezuela en el mercado energético global. En un giro sorprendente, el país sudamericano logró posicionarse como el quinto mayor proveedor de crudo a Estados Unidos en junio de 2024, superando a casi todos sus vecinos latinoamericanos, salvo Guyana. Según los últimos datos de la US Energy Information Administration (EIA), Venezuela exportó un promedio de 226.000 barriles por día (bpd) al gigante del norte, cifra que representa un notable incremento interanual del 79% respecto a los 126.000 bpd registrados en el mismo mes del año anterior. Este crecimiento consolida la participación venezolana en el mercado estadounidense, demostrando que, pese a las sanciones y las dificultades económicas, el petróleo venezolano sigue siendo un recurso estratégico.
El reportaje original que sustenta esta información fue publicado por el portal de noticias Banca y Negocios bajo el título “Venezuela se posiciona como el quinto mayor proveedor de crudo a EEUU”, escrito por un equipo de periodistas especializados en economía y energía. La nota resalta cómo, con la excepción de Guyana, Venezuela logró superar en junio a todos sus rivales vecinos en exportaciones de petróleo a EE.UU., incluyendo a Colombia, Brasil y Ecuador. Este logro no solo refleja la capacidad del país para mantenerse relevante en un entorno global competitivo, sino también el rol crucial que juegan empresas como Chevron y PDVSA, que, bajo licencias otorgadas por la OFAC, han sabido manejar las complejidades del mercado y asegurar un flujo constante de crudo hacia Estados Unidos.
exportaciones de petróleo a EE.UU.
de petróleo a EE.UU. se han convertido en un indicador clave de la relevancia de Venezuela en el mercado energético global. En un giro sorprendente, el país sudamericano logró posicionarse como el quinto mayor proveedor de crudo a Estados Unidos en junio de 2024, superando a casi todos sus vecinos latinoamericanos, salvo Guyana. Según los últimos datos de la US Energy Information Administration (EIA), Venezuela exportó un promedio de 226.000 barriles por día (bpd) al gigante del norte, cifra que representa un notable incremento interanual del 79% respecto a los 126.000 bpd registrados en el mismo mes del año anterior. Este crecimiento consolida la participación venezolana en el mercado estadounidense, demostrando que, pese a las sanciones y las dificultades económicas, el petróleo venezolano sigue siendo un recurso estratégico.

La competencia en el mercado de exportaciones de petróleo a EE.UU. es feroz. En junio, Canadá lideró con una exportación promedio de 3.971.000 bpd, seguida de México con 575.000 bpd, aunque este último ha mostrado una tendencia a la baja en comparación con 2023. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha reiterado su intención de refinar internamente la mayor parte del crudo producido por Pemex para producir gasolina, lo que podría explicar la caída en sus exportaciones a EE.UU. Esta política de autosuficiencia energética, aunque bien intencionada, ha reducido la presencia de México en el mercado estadounidense, abriendo espacio para otros competidores como Venezuela.
La suerte de Guyana
Guyana, por su parte, ha surgido como una sorpresa en el mercado global de crudo. Con una población de apenas 800.000 habitantes, esta pequeña nación logró exportar 293.000 bpd a Estados Unidos en junio, superando incluso a Arabia Saudita, que envió 273.000 bpd. Este ascenso meteórico de Guyana se debe en gran parte al auge petrolero que ha vivido desde 2020, con tasas de crecimiento económico superiores al 20% anual, impulsadas por descubrimientos masivos de petróleo en sus costas. En comparación, las exportaciones de petróleo a EE.UU. por parte de Venezuela, aunque más modestas, destacan por la disciplina operativa de sus empresas y la estabilidad proporcionada por las licencias de exportación vigentes.
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El escenario regional muestra a Venezuela superando a Colombia, Brasil y Ecuador en términos de exportaciones de petróleo de EE.UU., con cifras de 187.000, 181.000 y 153.000 bpd, respectivamente. Este logro es especialmente significativo dado que hace solo unos años, Venezuela enfrentaba un declive severo en su industria petrolera, agravado por las sanciones internacionales y la falta de inversión. Sin embargo, la capacidad de recuperación del sector ha permitido al país no solo retomar las exportaciones, sino también competir de manera efectiva en un mercado dominado por fuertes rivales.
Hay voluntad empresarias
A pesar del éxito actual, las exportaciones de petróleo a EE.UU. por parte de Venezuela todavía están lejos de los niveles alcanzados en 2018, cuando el país enviaba más de 500.000 bpd. Si bien los datos de la EIA muestran un crecimiento sostenido, el verdadero desafío para Venezuela será mantenerse en esta trayectoria ascendente y recuperar, en la medida de lo posible, los volúmenes perdidos. Las políticas energéticas tanto de Estados Unidos como de Venezuela en los próximos meses jugarán un papel crucial en este contexto, y cualquier cambio podría alterar de manera significativa las dinámicas actuales del mercado.
Otro factor relevante es el peso de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y los países no pertenecientes a esta organización en el consumo estadounidense. De los 6.664.000 bpd consumidos por EE.UU. en junio, los países de la OPEP aportaron 1.031.000 bpd, mientras que los no pertenecientes a la organización sumaron 5.634.000 bpd, lo que evidencia una clara preferencia de Estados Unidos por proveedores fuera del cartel. Este dato es clave para entender la posición de Venezuela, que, a pesar de formar parte de la OPEP, ha logrado encontrar un nicho en el mercado estadounidense que podría expandirse aún más si las condiciones políticas y económicas lo permiten.

Venezuela ha dado un golpe de autoridad al superar a la mayoría de sus vecinos en las exportaciones de petróleo a EE.UU., demostrando que, a pesar de los obstáculos, su industria petrolera sigue siendo una fuerza a tener en cuenta. Con una estrategia de exportación bien definida y el respaldo de licencias específicas, el país se ha colocado en una posición ventajosa que podría consolidarse en los próximos meses. Sin embargo, el futuro dependerá de factores externos e internos, incluyendo la política energética de ambos países, la estabilidad económica y la capacidad de las empresas para mantener el ritmo de producción. Por ahora, Venezuela celebra haber superado a casi todo el vecindario en la carrera por el mercado estadounidense, un logro que demuestra que, en el juego del petróleo, nunca se debe subestimar a un jugador experimentado.