En una medida sin precedentes que refleja la complejidad y la urgencia de la situación migratoria actual, el presidente Joe Biden estaría considerando el cierre de la frontera sur de Estados Unidos, apoyándose en la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1952. Joe Biden cerraría la frontera sur en giro drástico en su política migratoria, situación que podría marcar un punto de inflexión en cómo Estados Unidos aborda la llegada de migrantes y solicitantes de asilo a su territorio, en un momento en que las cifras de personas que cruzan la frontera han alcanzado niveles récord.
En un reportaje, elaborado por un equipo periodístico de The New York Times compuesto por Hamed Aleaziz, Charlie Savage, Maggie Haberman y Zolan Kanno-Youngs, profundiza en las implicaciones de esta potencial decisión. Bajo el título «Biden analiza una estrategia que podría restringir las solicitudes de asilo en la frontera de EE. UU.», el equipo revela cómo esta medida suspendería las garantías que desde hace tiempo otorgan el derecho a pedir refugio a quienes llegan a territorio estadounidense. Aleaziz, reportando desde Healdsburg, California; Savage desde Washington; Haberman desde Nueva York; y Kanno-Youngs desde Culver City, California, han dado forma a una narrativa que pone de relieve los desafíos y las posibles consecuencias de tal acción.
Biden cerraría la frontera
Biden cerraría la frontera como respuesta a la presión política y social que enfrenta su administración, en un intento de gestionar un sistema de asilo sobrepasado y una frontera que se ha convertido en el epicentro de un debate nacional. La medida que evalúa la Casa Blanca tendría un impacto significativo en los recién llegados, bloqueando la posibilidad de solicitar asilo, según fuentes familiarizadas con la propuesta que prefirieron mantenerse en el anonimato. Este movimiento recuerda al intento del presidente Donald Trump en 2018 de frenar la migración, una política que fue criticada por los demócratas y bloqueada por las cortes federales. Sin embargo, el hecho de que Biden esté considerando una política similar evidencia un cambio notable en su postura hacia la migración desde que asumió el cargo, prometiendo inicialmente un enfoque más humano tras la administración de Trump.

Biden bloquearía la frontera en un momento en que el número de personas que intentan cruzar los límites entre Estados Unidos y México ha alcanzado cifras sin precedentes. A pesar de los esfuerzos por adoptar medidas unilaterales para reducir el número de solicitantes de asilo, la administración Biden se enfrenta a la falta de recursos como un obstáculo significativo para cualquier cambio sustancial en la frontera. Funcionarios estadounidenses han señalado la necesidad de una inyección masiva de fondos para contratar más agentes de la Patrulla Fronteriza y funcionarios de asilo, así como para ampliar los centros de detención.
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Ley de Inmigración y Nacionalidad
La consideración de Biden por cerrar la frontera mediante una acción ejecutiva, invocando su autoridad bajo la Sección 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1952, destaca la gravedad de la situación. Esta sección permite al presidente suspender la entrada al país de cualquier extranjero cuya presencia sea considerada «perjudicial para los intereses de Estados Unidos». La misma autoridad fue utilizada por Trump para imponer un veto a personas de varios países predominantemente musulmanes, una acción que generó controversia y fue objeto de desafíos legales.

Biden cerraría la frontera, y aunque tal decisión probablemente enfrentaría desafíos legales, podría servir para neutralizar una de las mayores vulnerabilidades políticas de su administración: el caos en la frontera sur. Los republicanos han utilizado la crisis fronteriza para presentar a Biden como un líder débil en materia de seguridad fronteriza. Una batalla legal no solo pondría en relieve la negativa de los republicanos a proporcionarle a Biden el poder para tomar medidas enérgicas, sino que también destacaría la complejidad de la situación migratoria que Biden heredó y ha intentado manejar con un enfoque que equilibra la seguridad con la humanidad.
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Un cambio drástico
Este enfoque de Biden hacia la frontera representa un cambio significativo en la política migratoria de Estados Unidos, alejándose de las promesas de una administración más humana hacia una postura que algunos podrían comparar con las políticas de su predecesor. Aunque la intención de Biden es abordar una situación insostenible en la frontera, esta medida ha generado preocupaciones entre los defensores de los derechos de los migrantes y podría tener implicaciones profundas para aquellos que buscan refugio en Estados Unidos.
La posibilidad de que Biden cierre la frontera bajo la Sección 212(f) ha reavivado el debate sobre el equilibrio entre seguridad nacional y los derechos humanos de los migrantes y solicitantes de asilo, un debate que probablemente continuará siendo central en la política estadounidense en el futuro previsible. Biden cerraría la frontera, marcando así un momento decisivo en la política migratoria de su administración, en busca de soluciones a una crisis humanitaria y de seguridad sin precedentes.