Aunque la globalización ha llevado a la difusión de la cultura anglosajona a gran escala, hay otros agentes culturales que también han atravesado fronteras y que, en muchas ocasiones, escapan a los reflectores. Uno de esos elementos, sorprendente para muchos, son las telenovelas latinoamericanas. De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) de México, desde la década de 1980, las telenovelas mexicanas han sido transmitidas en más de 120 países, y traducidas a más de 25 idiomas, convirtiéndose en un fenómeno televisivo. internacional.
No es de extrañarse, pues, que Susy, una chica originaria de Kiev, capital de Ucrania, aprendiera español a través de estas producciones. Trabajadora de una empresa trasnacional, Susy tiene un manejo fluido del inglés, lengua franca en los negocios. Sin embargo, en una llamada de soporte a un cliente latinoamericano, se sorprendió con su dominio del español, idioma que, confesó, aprendió gracias a «Marimar», una de las telenovelas más exitosas de Televisa, protagonizada por la actriz y cantante Thalía.
Telenovelas latinoamericanas
Pero, ¿cómo es que una producción televisiva tiene el poder de enseñar una lengua? Según el Instituto Cervantes, las telenovelas, al presentar historias cotidianas con diálogos cercanos a la realidad, ofrecen un contexto lingüístico que permite una comprensión más fácil para los hablantes no nativos. La repetición de ciertas expresiones, así como la constancia en la trama, actúa como una herramienta pedagógica que facilita el aprendizaje del idioma.
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La UNESCO, en su informe sobre plurilingüismo, destaca la importancia de aprender una segunda lengua. No solo permite la comunicación entre diferentes culturas, sino que también es un factor clave en la integración y la comprensión mutua en un mundo cada vez más globalizado. Además, el dominio de un segundo idioma abre puertas en el ámbito laboral, y la telenovela latinoamericana, en este caso, ha demostrado ser una herramienta inusual pero efectiva en este proceso.
Difusión de la lengua castellana
Historiadores y expertos en cultura popular afirman que las telenovelas latinoamericanas y mexicanas en particular, han tenido un impacto significativo en la difusión de la lengua y cultura latinoamericana. El Dr. Ramón Valdés, historiador y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala: «Más allá del melodrama, las telenovelas han servido como ventana a nuestra idiosincrasia, costumbres y lenguaje. Han llevado un pedazo de Latinoamérica a rincones Impensables del mundo.»
Por su parte, políticos y diplomáticos ven en las telenovelas una oportunidad de poder blando. En palabras de la Dra. Alejandra Fernández, especialista en relaciones internacionales, «México ha logrado, a través de sus telenovelas, una presencia cultural que trasciende las barreras políticas. Esto no solo fortalece la imagen del país, sino que crea lazos de empatía y entendimiento con naciones con las que nunca hubiéramos imaginado tener un vínculo».
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Oriente prefiere a México
Los datos de la Secretaría de Relaciones Exteriores indican que, en los últimos 30 años, el turismo de países como Rusia, Ucrania y otras naciones del bloque oriental hacia México ha incrementado en un 250%. Si bien no puede atribuirse únicamente a las telenovelas latinaomericanas, sí se reconoce el efecto «Thalía» o «Marimar» en este aumento.
Y es que hablar un segundo idioma no solo significa poder comunicarse en una lengua distinta. Significa también comprender una cultura, sumergirse en sus tradiciones y ver el mundo desde otra perspectiva. En el caso de Susy, fue una telenovela la que la llevó a cruzar un océano lingüístico y cultural, demostrando que, en tiempos de globalización, son las historias humanas, aquellas que nos conectan emocionalmente, las que tienen el verdadero poder de educar y unir. al mundo.