México sirve la mesa a cancilleres de Latinoamérica para hablar de migración 

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha anunciado una reunión que pondrá a México en el centro de un debate espinoso pero crucial: la migración en América Latina. La reunión congregará a cancilleres de naciones como Guatemala, Ecuador, Nicaragua, Honduras y Colombia en una cumbre sin precedentes a principios de octubre. «Estamos invitando a los países a hacer una revisión de la situación migratoria», señaló AMLO, evidenciando la posición estratégica de México como puente migratorio hacia Estados Unidos. 

El tema de la migración ha alcanzado cifras alarmantes. Solo en agosto, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos registró 232.972 detenciones en la frontera sur. Estos números son un recordatorio palpable de una crisis que ha estado gestándose durante años. 

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México requiere ayuda 

Silvia Giorguli, presidenta del Colegio de México y experta en migraciones, explica que, «El fenómeno migratorio se asocia no solo con oportunidades económicas sino también con conflictos sociopolíticos, desastres naturales y falta de garantías básicas en países de origen». Esta complejidad requiere respuestas integradas y, sobre todo, cooperación regional. 

Para el historiador Luis González, la migración en Latinoamérica ha sido una constante desde tiempos prehispánicos. «No debemos olvidar que la historia de nuestra región está marcada por movimientos poblacionales. Los desafíos actuales, aunque con características distintas, no son nuevos». La clave, según González, radica en entender el pasado para construir soluciones futuras. 

México
Hay que mejorar las condiciones de vida en los países de origen. Ilustración MidJourney

A tomar la batuta 

México busca tomar el liderazgo en este asunto, no solo por su posición geográfica sino también por su experiencia. AMLO ha propuesto un proyecto de apoyo y desarrollo conjunto que busque, más allá de contener la migración, generar condiciones para que las personas no se vean forzadas a migrar. Esta propuesta contempla inversiones en áreas rurales, fortalecimiento de las cadenas productivas y educación. 

López Obrador también ha llamado a la ONU a desempeñar un papel más activo. Recordó su intervención en la Asamblea General de la ONU de 2021, donde planteó propuestas que, a su juicio, no fueron debidamente consideradas. La ONU, con su alcance global, podría ser una pieza clave en esta compleja ecuación. 

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Un enfoque más integral 

No obstante, para políticos como María Fernanda Espinosa, ex-presidenta de la Asamblea General de la ONU, la solución requiere un enfoque más integral. «Es esencial reformar la ONU, pero también es primordial que las naciones latinoamericanas fortalezcan sus lazos. La migración no puede abordarse solo desde el punto de vista de la seguridad, sino también desde el desarrollo y los derechos humanos», comenta. 

Los retos son múltiples para México y Latinoamérica: mejorar las condiciones de vida en los países de origen, garantizar el tránsito seguro de migrantes y, finalmente, asegurar una integración adecuada en los países de destino. Además, se enfrentan al reto de despolitizar la migración, donde muchos países han utilizado este fenómeno como herramienta política en detrimento de los derechos de los migrantes. 

México
En necesario despolitizar el tema de la migración y dejar de sacar partido de la miseria humana. Ilustración MidJourney

Visión de desarrollo 

Esta reunión en México puede ser un punto de partida. La presencia de cancilleres de una decena de naciones latinoamericanas es una muestra del reconocimiento de la magnitud del problema. Y aunque las soluciones no se materializarán de la noche a la mañana, la voluntad política y la cooperación pueden sentar las bases para una estrategia regional que aborde el fenómeno migratorio con una visión humanitaria y de desarrollo. 

La última palabra la resume el propio AMLO: «No es un asunto de México nada más, es un asunto estructural». Es un llamado a la acción, a la solidaridad y al compromiso conjunto de toda una región. Porque, después de todo, las fronteras son líneas imaginarias, pero las vidas de las personas en movimiento son realidades tangibles que demandan atención y soluciones. 

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