Alianza regional en medio de turbulencia global
Los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Claudia Sheinbaum dialogaron este miércoles por teléfono para impulsar una relación bilateral sólida y pragmática. En escenarios tensionados por medidas arancelarias de EE.UU. y volatilidad internacional, ambos liderazgos buscan consolidar una alianza económica y diplomática renovada.
Comercio y diversificación: la nueva prioridad
En la conversación, Lula propuso abrir negociaciones para ampliar el convenio comercial vigente entre Brasil y México. El objetivo: cubrir sectores estratégicos como farmacéutica, agricultura, etanol, biocombustibles y aeroespacial. Se trata de un paso ambicioso ante la dependencia histórica de ambos países de mercados externos.
Visita inminente y despliegue empresarial
Según el Planalto, el vicepresidente brasileño Geraldo Alckmin encabezará una delegación empresarial del 27 al 28 de agosto en México. Ese movimiento subraya el componente real del diálogo: no se trata solo de acertar diplomáticamente, sino de traducirlo en inversiones y negocios concretos.

Contexto geopolítico y presión estadounidense
Este impulso parece reaccionar ante la reciente ola arancelaria impulsada por Donald Trump: Brasil enfrenta subidas del 50 % y México del 30 % en sectores específicos. Lula condenó públicamente estas medidas, mientras México advierte sobre injerencia en materia de seguridad .
Experiencia histórica y nueva fase de integración
Brasil y México han sido aliados estratégicos desde 1825, con múltiples acuerdos en comercio, cultura, extradición y cooperación científica. Aun así, su intercambio comercial —USD 13.6 mil millones en 2024— sigue siendo modesto frente al volumen con EE.UU. y China. La actual coyuntura ofrece una oportunidad para redefinir ese desequilibrio.
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Voces autorizadas y visiones complementarias
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Claudia Sheinbaum destacó que Brasil y México comparten la visión de fortalecer vínculos culturales, educativos y productivos, en un momento global incierto.
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Lula da Silva enfatizó en redes sociales la urgencia de profundizar la cooperación regional, invitando a Sheinbaum a una visita de Estado.
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Analistas como Welber Barral señalan que la complementariedad entre industrias brasileña y mexicana es una base sólida para reactivar el comercio bilateral.
Desafíos y metas futuras
El reto central es transformar declaraciones en acuerdos: avanzar desde la liberalización inicial de unos 800 productos, hasta un tratado más abarcador que potencie sectores de alta tecnología y reduzca su vulnerabilidad ante EE.UU. y China. Timing complicado: México renegocia USMCA y Brasil se prepara para elecciones.

La llamada entre Lula y Sheinbaum marca una nueva etapa en la relación bilateral: el deseo de lograr una agenda conjunta con impacto real en economía, seguridad y soberanía regional. Pero el éxito dependerá de la rapidez con que concreten estos planes frente a presiones externas.

