Jerusalén / Gaza – Israel ha impedido durante las últimas 11 semanas la entrada de cualquier tipo de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, en medio de una escalada de tensiones regionales y una creciente presión internacional. Según el gobierno israelí, esta medida busca evitar que Hamás, el grupo que controla Gaza desde 2007 y que es considerado una organización terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea, se apropie de la ayuda internacional.
El Ministerio de Defensa israelí sostiene que han identificado patrones reiterados de desvío de suministros por parte de Hamás, especialmente combustible, alimentos y materiales médicos. «No permitiremos que el grupo terrorista utilice la ayuda para fortalecerse militarmente mientras nuestros ciudadanos viven bajo amenaza constante», dijo un portavoz oficial.
Sin embargo, organizaciones humanitarias internacionales, incluidos el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), y Médicos Sin Fronteras (MSF), advierten que este bloqueo está provocando una emergencia humanitaria de dimensiones sin precedentes.

Crisis humanitaria aguda
Las consecuencias sobre el terreno son devastadoras. Según datos de la ONU, más del 80% de la población de Gaza depende de la ayuda internacional para sobrevivir. El prolongado bloqueo ha dejado a miles de familias sin acceso a alimentos básicos, agua potable o atención médica. El norte de Gaza, en particular, se enfrenta a una situación extrema, con reportes de niños muriendo por desnutrición y enfermedades prevenibles.
«Estamos al borde de una hambruna provocada por el hombre», afirmó Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. “La ayuda está lista, pero no se nos permite entregarla”.
Actualmente, más de 1,000 camiones cargados con suministros esenciales están detenidos en las fronteras con Egipto (Rafah) y Jordania, esperando autorización israelí para cruzar. Algunos de estos cargamentos ya han comenzado a deteriorarse por el calor y el paso del tiempo.
El argumento israelí: seguridad y control
Israel insiste en que el flujo de ayuda debe estar estrictamente supervisado y que no puede permitir que materiales sensibles lleguen a manos de Hamás. En enero, el gobierno israelí anunció la implementación de controles más rigurosos sobre cualquier convoy que intente ingresar a Gaza, aludiendo a la posibilidad de contrabando de armas o equipo con doble uso.
Sin embargo, esta política ha generado un estancamiento total, ya que la mayoría de las organizaciones no están dispuestas a entregar la ayuda a través de canales controlados por Israel o sin garantías mínimas de acceso humanitario.
Israel también ha sugerido que los países donantes presionen a Hamás para aceptar una fórmula que garantice que la ayuda llegue directamente a civiles, pero hasta el momento no se ha alcanzado ningún acuerdo práctico.
Hamás niega acusaciones
Por su parte, Hamás ha negado rotundamente las acusaciones de apropiación indebida de ayuda. A través de un comunicado emitido en Gaza, el grupo denunció que «Israel está utilizando la ayuda como un arma de guerra» y responsabilizó al gobierno israelí de provocar «una masacre lenta» contra los 2,3 millones de habitantes del enclave.
Portavoces del grupo también criticaron el silencio de algunos países árabes y exigieron una movilización internacional para romper el bloqueo.
Reacción internacional: condena e impotencia
La comunidad internacional ha expresado su creciente preocupación. La Unión Europea y Estados Unidos han pedido repetidamente a Israel que permita el acceso seguro e inmediato de la ayuda humanitaria, respetando el derecho internacional humanitario.
«El acceso a la ayuda no debe estar condicionado políticamente», dijo recientemente el Secretario General de la ONU, António Guterres, quien calificó la situación en Gaza como «una vergüenza para la humanidad».

Pese a las declaraciones, hasta el momento no se han tomado medidas concretas más allá de llamamientos diplomáticos. Algunas naciones del Golfo han propuesto crear corredores marítimos o aéreos de ayuda, pero Israel ha rechazado estas opciones por motivos de seguridad.
Situación actual en cifras (según OCHA, mayo 2025):
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11 semanas sin entrada de ayuda humanitaria autorizada.
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Más de 1,000 camiones bloqueados en las fronteras.
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Al menos 1,500 niños en riesgo grave de desnutrición.
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El 70% de hospitales en Gaza no operan por falta de insumos.
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94% de la población carece de acceso regular a agua potable.